En el pasado, muchos sitios patrimoniales recurrían a calefactores para evitar la condensación en paredes, objetos expuestos y techos. Aunque a menudo resultaba eficaz, controlar la temperatura en una gran casa histórica o un castillo era increíblemente costoso.
Para reducir las facturas de energía y minimizar los daños causados por el agua, los deshumidificadores son una opción más eficaz, ya que eliminan físicamente el exceso de vapor de agua del aire. Combinados con nuestra eficiencia energética estándar de oro, los deshumidificadores por condensación que vendemos ayudan a conseguir las condiciones ideales para visitantes y conservadores de la forma más económica posible.
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