¿Por qué elegir sistemas de control del polvo?
Las grandes concentraciones de polvo son un gran problema en la industria de la construcción y, dependiendo del tamaño del espacio y de la duración del trabajo, pueden ser un contaminante peligroso cuando se respiran con frecuencia, y potencialmente provocar enfermedades entre los trabajadores. Las soluciones de control del polvo en la construcción son una forma eficaz de eliminar estas partículas del aire y garantizar la seguridad de todos en el lugar de trabajo.
La exposición prolongada al polvo en las obras de construcción puede suponer un riesgo importante para la salud de los trabajadores. Las soluciones de control del polvo industrial ofrecen capacidades completas de supervisión y control para mitigar la propagación de sustancias peligrosas como el polvo de cuarzo, las fibras minerales artificiales, las partículas de hollín, el polvo metalúrgico, los polvos de maderas duras y las fibras de amianto.
La acumulación de polvo fino es un grave peligro para los trabajadores y un auténtico problema de seguridad en el lugar de trabajo. El polvo puede producirse como resultado del aserrado de madera, el uso de amoladoras y arenadoras, y muchas otras tareas cotidianas relacionadas con las obras de construcción. Estas tareas producen polvo industrial compuesto de materiales microscópicos y tienen un impacto significativo en la calidad del aire, dejando a los trabajadores vulnerables a problemas como: mayor riesgo de enfermedades pulmonares, dificultad para respirar, asma, silicosis, EPOC y asbestosis.
Aunque las medidas de control del polvo reducirán la concentración de lo que se inhala, también es importante identificar qué tipos de partículas están presentes en el aire. Cada tipo de partícula supone un riesgo diferente, por lo que es posible que, además del sistema de extracción de polvo, deban aplicarse otras políticas de salud y seguridad o estrategias de gestión del polvo.
Las autoridades nacionales y locales tienen sus propias directrices sobre la calidad del aire que deben cumplirse. Diferentes organismos de todo el mundo tendrán normas que varían en función de lo que consideren un riesgo aceptable para las medidas de control del polvo. Por ejemplo, el Reino Unido está regulado por el HSE, mientras que Alemania está regulada por el BG BAU.
Al introducir nuestros potentes sistemas comerciales de control del polvo en su entorno de trabajo, tendrá la tranquilidad de saber que cumple con sus obligaciones, que cuida de sus empleados y que reduce considerablemente el riesgo de enfermedades.