Seis factores imprescindibles para instalar unidades de tratamiento de aire eficaces en piscinas públicas

Si está preparando la instalación de una unidad de tratamiento del aire o de una solución de control climático comparable en su piscina, o si va a sustituir el sistema actual, encontrar la solución adecuada para su entorno requiere algo más que instinto. Debe ser un enfoque calculado, que tenga en cuenta los numerosos factores que influyen en el clima y la calidad del aire en las piscinas cubiertas.

Con cientos de instalaciones al año en toda Europa, el equipo de Dantherm entiende mejor que la mayoría los aspectos que deben tenerse en cuenta para mantener los niveles ideales de humedad y calidad del aire en estos entornos exigentes.

Aquí destacamos seis elementos cruciales que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir la solución de tratamiento del aire adecuada para sus necesidades específicas.

1. Temperatura y clima fuera de la piscina

En Europa, y en todo el mundo, existen variaciones significativas de la temperatura exterior y el clima. Esto fluctuará en función de la hora del día y de la estación del año, así como del lugar donde se encuentre la piscina. Los edificios rodeados de temperaturas exteriores más bajas tendrán un contenido de agua mucho menor que en entornos más cálidos y húmedos, por ejemplo.

Esto influye de forma natural en el estado del aire dentro de la piscina cubierta. La ubicación de su emplazamiento y el clima que lo rodea provocarán variaciones sustanciales en los requisitos de deshumidificación de la sala.

Por ejemplo, durante el invierno, el aire es más seco, lo que influirá en la entrada de aire fresco de su sistema de tratamiento del aire. Los meses de invierno en Escandinavia pueden reducir la humedad hasta un 30 %, un porcentaje significativamente inferior al de otros países europeos. Por el contrario, durante el verano en España, por ejemplo, la humedad será mucho mayor que en otras zonas. Su unidad de tratamiento del aire debe tenerlo en cuenta.

Además, una humedad relativa baja en la sala de la piscina también dará lugar a una mayor evaporación y, en consecuencia, a un mayor consumo energético de la unidad para gestionar este aumento de la humedad en el aire.

Por lo tanto, aunque no puede influir directamente en la temperatura y la humedad alrededor de su piscina cubierta, debe tener esto en cuenta a la hora de determinar la solución ideal. Una temperatura del aire exterior baja favorecerá una solución de ventilación con una bomba de calor, por ejemplo.

2. La transmitancia térmica de su edificio

En piscinas cubiertas más antiguas y consolidadas, el índice de transmitancia térmica (o valor U) será inferior al de una piscina moderna. El valor U representa la tasa de transferencia de calor a través de una estructura, dividida por la diferencia de temperatura a través de dicha estructura.

Esto significa que cuanto menor sea el valor U de su edificio, más aire tendrá que moverse por toda la instalación para mantener los niveles de humedad, temperatura y calidad del aire necesarios. Sin ello, puede formarse condensación en las superficies más expuestas a las bajas temperaturas exteriores, como ventanas, puertas y superficies de vidrio.

Por el contrario, si se mueve demasiado aire por la superficie de la piscina en relación con su valor U, aumentarán la evaporación y los costes energéticos. Del mismo modo, si las temperaturas del vidrio aumentan demasiado como resultado de que el aire se dirija a ellas, se producirá una pérdida de energía innecesaria.

Por lo tanto, su unidad de tratamiento de aire debe controlar el flujo de aire alrededor de la piscina cubierta de forma que se evite la probabilidad de que se forme aire estancado, que puede formar rápidamente condensación y crear un caldo de cultivo para el moho y la corrosión, pero que limite la cantidad de evaporación para evitar que los costes energéticos se descontrolen; un equilibrio difícil de encontrar sin el consejo de los expertos...

3. Posibles focos de condensación

Imagínese una temperatura ambiente de piscina de unos 30 °C con una humedad relativa (HR) de alrededor del 55 %. En estas condiciones, el punto de rocío es de aproximadamente 21 °C, lo que significa que se formará condensación a esa temperatura. Por lo tanto, al instalar su solución de tratamiento del aire Dantherm, debe tener en cuenta las áreas más vulnerables a dicha condensación:

• Puertas exteriores

• Ventanas

• Superficies de vidrio

Esto no solo se aplica directamente a la piscina cubierta: si su sistema de ventilación rebosa desde la zona de duchas de la piscina a la piscina cubierta, también debe tener cuidado con el riesgo de que se forme condensación en las tuberías frías de los lavabos o inodoros, entre otros, lo que puede causar corrosión con el tiempo.

Por último, es importante tener en cuenta el impacto que puede tener la condensación en los conductos de aire fresco y escape de su unidad de tratamiento del aire. Si la temperatura de su sala técnica es mucho más cálida que la temperatura exterior, estas unidades recogen el aire fresco de los conductos; si la HR no se controla de forma eficaz, el aire caliente y húmedo puede infiltrarse en ellos.

Si esto ocurre, los costes de funcionamiento de los conductos pueden descontrolarse y los daños que se producen pueden requerir un mantenimiento y unas reparaciones frecuentes y costosas. Por lo tanto, es crucial que la presión negativa (una en la que el aire se mantiene en la sala en lugar de expulsarse de ella) se mantenga de forma que quede hasta el 100 % de HR en el conducto de escape, sin riesgo de que se condense.

4. Volumen y distribución de aire

El soplado de aire a través de las superficies expuestas de su piscina cubierta evita que se formen bolsas de aire estancado que pueden provocar condensación. A menudo no es necesario instalar conductos con «aire seco» desde la unidad de tratamiento del aire hasta estos puntos, ya que normalmente se pueden manejar haciendo circular el aire dentro de la sala a través de estas áreas.

Su sistema de tratamiento del aire también debe ser capaz de intercambiar el volumen de aire dentro de la piscina 4-8 veces, para mantener la mejor calidad de aire posible. Sin embargo, dependerá del tamaño y la escala de su piscina y del número de personas que la utilicen para determinar cuántas veces específicamente debería cambiar el aire con el fin de proporcionar las mejores condiciones para los nadadores y empleados.

Por ejemplo, un parque acuático cubierto con techos altos, especialmente en malas condiciones, necesitará un control constante del cambio de aire para evitar el desarrollo de puentes térmicos, que pueden:

• Aumentar el potencial de formación de condensación

• Hacer que gaste más energía para compensar las pérdidas de calor

• Crear un ambiente incómodo para los usuarios de piscinas

Otra posible causa de molestias para los nadadores es la mala calidad del aire por encima de la superficie de la piscina, lo que perjudica su disfrute general. Para combatir este problema, cada vez más piscinas disponen de ventiladores para mantener constante la velocidad de distribución del aire a lo largo de la superficie del agua.

Pero resulta arriesgado. Cuanto mayor sea la tasa de cambio de aire que provoca al agua, mayor será la evaporación y, por consiguiente, mayor será el gasto energético para su empresa. Teniendo esto en cuenta, su sistema de tratamiento del aire debe incorporar ventiladores que se puedan ajustar en diferentes momentos del día (por ejemplo, durante el día, cuando las piscinas están llenas, frente a la noche, cuando están vacías) para minimizar la evaporación y el consumo energético.

5. Requisitos y recomendaciones de aire fresco

La importancia de la cantidad de aire fresco necesaria en su piscina dependerá de los requisitos que deba cumplir. ¿Es más importante que los costes operativos se reduzcan lo máximo posible o que la calidad del aire sea la mejor posible? El modo en que responda a esta pregunta tendrá una gran influencia sobre la unidad de tratamiento del aire que le recomendamos.

En la mayoría de los casos, se debe priorizar la calidad del aire. No solo mejora la vida de los nadadores, lo que mejorará su opinión sobre sus instalaciones y les animará a volver, sino que también evitará que las áreas se desborden con corrosión y bacterias.

¿Qué se considera una buena calidad del aire? En Noruega, por ejemplo, se recomienda proporcionar 60 m³ de aire fresco a cada usuario por hora, y 5 m³ de aire fresco por hora y m² de superficie seca cuando la piscina no está ocupada. Otros países tendrán sus propias expectativas.

Sin embargo, hasta que podamos regular la ventilación de aire fresco en relación con la calidad del aire a una escala más amplia, estaremos seguros de lo que se necesita para un clima interior satisfactorio. La ventilación excesiva de la piscina puede ser una buena manera de garantizar que la calidad del aire se mantenga en un nivel alto, pero aumentará inevitablemente los gastos operativos.

Encontrar una unidad de tratamiento del aire capaz de mantener una calidad del aire agradable para los usuarios, a la vez que se mantienen los costes energéticos en un nivel bajo, dependerá en gran medida de la calidad y el tamaño de su edificio, así como de la ubicación geográfica. Los especialistas de Dantherm podrán evaluar su entorno para determinar la solución que mejor se adapte a sus necesidades.

6. El número de personas dentro de la piscina y alrededor de ella

Por último, ¿cómo influyen las personas dentro de la piscina cubierta, ya sean clientes o empleados, en la instalación de su unidad de tratamiento del aire? Considerablemente.

Los empleados tienen derecho a unas condiciones de trabajo frescas y cómodas. En algunos países, es obligatorio que los socorristas y otras personas que permanezcan cerca de la piscina durante un periodo prolongado dispongan de habitaciones climatizadas para los descansos periódicos. Sin embargo, independientemente de estas variaciones normativas, es fundamental que el aire:

• No supere nunca los valores límite de CO2

• Mantenga controlados los contaminantes difíciles de medir (p. ej., THM y tricloraminas)

• No sature a las personas con humedad o demasiada sequedad

Si la calidad del aire no se mantiene en un nivel satisfactorio, las personas pueden sentirse incómodas y no encontrarse bien, lo que reduce la probabilidad de que vuelvan a visitar las instalaciones pronto. Por lo tanto, aunque podría intentar controlar el intercambio de aire fresco de acuerdo con la humedad relativa de la sala de la piscina, ya que este es el enfoque más «eficiente en términos energéticos», puede poner en riesgo la salud y la comodidad de usuarios y empleados.

Por lo tanto, al elegir e instalar su sistema de tratamiento del aire, debe ser capaz de garantizar que la sala cumple con la normativa y las recomendaciones de calidad de los organismos normativos en función de las personas que se encuentran en la zona en el día a día. Sin esto, puedes ser responsable de sanciones y dañar los niveles de satisfacción de tus clientes.

Su lista de comprobación de ocho pasos para especificar y diseñar unidades de tratamiento del aire

Ahora que hemos establecido varios de los factores fundamentales que determinan cuál sería la unidad de tratamiento del aire más adecuada para su piscina cubierta, aquí tiene nuestra lista de comprobación recomendada de ocho pasos para determinar qué sistema satisfará sus necesidades, ofrecerá una eficiencia energética óptima y proporcionará la mejor experiencia para sus usuarios:

1. Asegúrese de que sus soluciones de recuperación de calor estén construidas con componentes diseñados específicamente para entornos de piscinas hostiles con controles adaptables, y busque el equilibrio ideal entre el coste de compra/instalación y el ahorro potencial que puede obtener.

2. Dé prioridad a un sistema moderno con intercambio de aire fresco para gestionar el aumento de la evaporación provocado por la actividad en la piscina y otras áreas (duchas, toboganes de agua, suelos húmedos, etc.)

3. Considere las ventajas de recibir aire recirculado a diferentes alturas en su piscina cubierta para una máxima cobertura, y si puede utilizar los conductos de escape de su sistema para ventilar el cuarto de las duchas, agilizando el secado de los nadadores.

4. Céntrese en una solución en la que el aire de suministro se proporciona a lo largo de las paredes exteriores y debajo de las ventanas para minimizar los puentes térmicos fríos (esto es menos problemático en edificios de mayor calidad).

5. Incorpore una solución de ventilador independiente con controles ajustables para garantizar que la velocidad del aire sea lo suficientemente rápida como para reducir las concentraciones de aire contaminado por encima de la superficie de la piscina, pero también minimiza la evaporación en los momentos en que la piscina no está en uso (es decir, por la noche).

6. Su sistema de tratamiento del aire debe crear una presión ligeramente negativa en la piscina cubierta para evitar la migración de la humedad a otras áreas de su edificio.

7. Elija un sistema que aproveche toda la energía a su disposición: demasiados sistemas utilizados en piscinas existentes permiten que la energía disponible se desperdicie al no reciclarla eficazmente.

8. Confíe en la experiencia de expertos en el diseño e instalación de estas unidades para ayudarle a determinar la solución ideal en función del valor U de su edificio, el volumen de la piscina cubierta y las condiciones exteriores. Esto está abierto a la interpretación y es difícil de evaluar de manera independiente, por lo que es vital contar con los expertos adecuados a su lado.

El Grupo Dantherm está siempre disponible para ayudarle a elegir la mejor solución posible para su entorno de piscina único. Los operadores de piscinas han confiado en la gama de unidades de tratamiento del aire de Dantherm para ofrecer la calidad del aire y la eficiencia energética deseadas, y configurarlas de la forma más rentable y beneficiosa en cada caso.

Si desea una evaluación experta de su configuración actual o desea obtener más información sobre nuestros productos sofisticados y altamente eficientes, póngase en contacto con nuestro equipo hoy mismo.